Mi nombre es Laure Helene Filhol, tengo 27 años, soy francesa, casada con un chileno y madre de un hija nacida en Chile que tiene nueve meses de edad. Vivo acá hace más de cuatro años.
Soy celíaca diagnosticada desde los seis meses de edad. Simplemente nací y crecí con esta condición. También tengo un hermano mayor celíaco.
El hecho de haber sido diagnostica a tan temprana edad, en cierta forma me hizo vivir una vida diferente. Pues es distinto pasar cada día con un régimen sin gluten.
Como buenos franceses, la comida es algo importante en el hogar, por lo que en mi familia todos cocinamos. Al final, cocinar sin gluten no es algo difícil. Lo único que puede cambiar es un par de ingredientes y algunos cuidados en los utensilios para evitar la contaminación cruzada. Recuerdo que, por ejemplo, en nuestra casa siempre hubo dos tostadores, dos ollas para los fideos y el cuidado de no contaminar, pero aparte de eso, nada más. Siento que por ser celíaca no soy diferente.
Yo me siento totalmente normal, porque pienso que comer alimentos libres de gluten no es algo que limite mi día a día. Sólo exige organización e información, pero no me produce mayores complicaciones. Me encanta salir con mis amigos, compartir en casa o en los restaurantes en los cuales siempre encuentro o adecúo algo para comer.
Ser celíaca es vivir de manera normal, pero cuidándose día a día.